22 de octubre de 2012
3*
Aún no me atrevo a decir en voz alta que se acabó, y luego cualquier día verte por ahí con alguien que no sea yo y volver a derrumbarme. Pero no puedes hacerme esto. No puedes aparecer y desaparecer. Ahora es cuando estoy preparada para estar sin ti, para siempre. Soy capaz de hacerme a la idea de que ya no vas a estar, y vivir con ello. He llorado hasta que me ha dolido el alma. Y ahora, ya me da igual, de verdad que me da igual. Pero lo que no quiero es tenerte un instante, aferrarme y que al día siguiente, ya no estés. Y al siguiente sigas sin estar, y al siguiente tampoco y al siguiente, tal vez vuelva a tenerte. No me compensa, tú no me compensas. Si quieres quedarte, quédate, sabes que en fondo es lo que mas quiero; pero si no quieres estar, vete ya y hazlo rápido, que no quiero que me duela. Arrancarte de golpe de mí, porque que tu ausencia no me duela más que tu presencia. Quiero un contigo o un sin ti, hay en medio, no quiero tus restos, ni tus pedazos, ni las sobras de tu tiempo. ¿Sabes? Tenia miedo de que esto terminara pero he comprendido que dejar ir, no significa darse por vencido, sino aceptar que hay cosas que simplemente no pueden ser. En nuestro caso, no pudo ser desde el principio. Empezamos como un juego de críos en el que el primero que se enamora, pierde. Pero queda claro que arriesgar el corazón es lo que nos da la vida y que ni yo se jugar sin que haya sentimientos, ni tú puedes luchar por mí, ni hablarme de una vida juntos. Ya solo me queda el recuerdo de lo que tuvimos y la verdad es que me gusta pensar que todo pasa por algo, y que es verdad eso que dicen que nada es casualidad. Y que si tu no eres para mi es porque alguno mejor que tu vendrá.
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